Escribir poesía es como una terapia emocional que me permite conciliar mi humanidad con mi alma. Lo hago de manera independiente y no discuto las razones de que mis poemas están lejos de ser producto de un talento o técnica literaria.
Como dice un amigo del pueblo, “esto lo hago, pa’ divertirme, pa’ divertirme, pa’ divertirme”.
Gracias por leerme.