El reflejo del silencio ausente
Las estrellas brillan, pero no iluminan mi noche,
mis pensamientos vagan, buscándote en cada sombra.
El eco de tu risa aún resuena,
anclado en el tiempo, en la promesa que el viento no se llevó.
El horizonte, antes claro y definido,
ahora se mezcla en tonos de añoranza y esperanza,
te busco, te invoco,
sintiendo la suavidad de tu recuerdo, tan palpable y tan distante…
Mis letras se desbordan, pero no alcanzan a describirte,
y en la tinta se desvanecen los momentos compartidos,
te siento, te deseo,
y aunque tu sombra se aleje,
sé que en el silencio de la noche, mis palabras te reclaman.
Me envuelve la soledad,
mi pluma danza entre luces y sombras,
en tu recuerdo,
me encuentro y me pierdo,
sutil, errante, eternamente… en el susurro de mi alma.
Como el río anhela el abrazo del océano inmenso,
así, en la quietud de mi ser,
siento el peso del adiós, que no acepto.
Como el viento busca el aroma de las flores perdidas, te sigo,
donde la melancolía y la pasión se fusionan,
y el deseo se revela en cada latido, en cada suspiro,
te aseguro, amor mío, que en cada verso, encontrarás mi refugio, aún perdido.