Aunque el tiempo insista en separarnos,
en mis pensamientos, siempre logras anclarte,
y aunque el destino juegue a desafiarnos,
en cada verso, vuelvo a encontrarte.
En el crepúsculo silente de un sueño,
donde las estrellas titilan con deseo,
te encontré, fulgor en el océano del ser, reflejo de un amor que el tiempo no puede vencer.
Que no te falten las miradas,
y que mis versos te acompañen aunque no estés conmigo.
Te contemplo, te suplico,
suspirando por el cálido abrazo de tus besos, íntimo y lejos...
No sé si te pasa lo mismo, quizás no tan a menudo como a mí. Te explico, mientras estoy con otros, ocupado en cualquier lugar, súbito, sin anticipar, tu recuerdo invade mi pensar. Y no... Read More
Lo que daría por un beso eterno tuyo, un beso que selle el pacto de lo que fue, de lo que pudo ser, de lo que nunca será… Quiero ser tu mejor pecado, tu mayor... Read More
Algún día serás mía,
aunque sigas luchando contra ti misma,
aceptarás que nuestro destino
es caminar juntos por el sendero oculto
de nuestra pasión prohibida.
Si supieras del mágico mundo que has creado para mí,
con tu sonrisa y esos pequeños detalles
que cada día se transforman en el sentimiento más puro
desde el primer instante en que te vi.
Te quiero como un secreto inconfesable,
como un sueño que solo tú y yo podemos descifrar;
te quiero como algo inalcanzable,
y aun así, podría hacerlo realidad con tu voluntad.
Las estrellas brillan, pero no iluminan mi noche,
mis pensamientos vagan, buscándote en cada rinconada.
El eco de tu risa aún resuena,
anclado en el tiempo, en la promesa que el viento no se llevó.