Tu, mi encuentro con el cielo, caricia espiritual
Una mañana fría y lluviosa en un día gris,
con tu imagen en mi mente sin paredes
ni fronteras que me impidieran amarte,
encontré la mejor oportunidad para inspirarme,
y me senté a escribir.
Esperando que nacieran palabras mágicas
que inundaran de sensaciones, emociones y sentimientos
tu dulce e indispensable existencia en mi vida,
palabras que intentaran recordarte en cada silaba,
acento y verso que ciegamente moriría por ti.
Y sin saber qué decir,
me descubrí imaginando una nueva lengua,
una que pudiera expresar lo que siento
cuando te acercas a mí,
lo que siento cuando me tocas
con los besos perfectos
de tus labios rojizos y dulces
recorriendo mi cuerpo,
con esa actitud tímida,
pero sedienta de pasión.
Pasión que traduce en caricias
la húmeda tentación
que noche tras noche
nuestros sueños han creado.
Amarte como yo te amo,
soñarte como yo te sueño,
¿Es un castigo divino?,
¿Una bendición eterna?, no lo sé.
Pero es como si fuera un encuentro con el cielo,
una caricia espiritual,
un suspiro de mi cuerpo
que me hace reír y llorar,
es el amor sincero,
es una sensación difícil de explicar,
solo sé…
que es amor de verdad.
Cada día que despierto
y no estamos juntos,
observo tu foto,
deseando verte,
deseando escribirte,
deseando decirte…
que lo único que deseo… es a ti.